Para intentar volver a formar aquella organización, no solo es necesario conocer su historia y sus objetivos, sino también hay que tener en cuenta que las cosas cambian y que el tiempo pasa. Hoy vivimos en el siglo XXI, donde la realidad es muy distinta, venimos sobreviviendo a un proceso de dominación de todo aspecto, desde la destrucción por la globalización, por el imperialismo de E.E.U.U., por los sectores opresores, por los medios masivos de comunicación, por la falta de recursos, por la eliminación de la memoria, por la falta de trabajo, por el consumo de drogas, hasta por la falta de un proyecto, la falta de una buena calidad de vida y un futuro digno en cual proyectarse (el NEOLIBERALISMO).
La UES de 1953 la crearon estudiantes que gracias al gobierno por el cual pasaban eran escuchados, eran importantes para el proceso y por eso contaban con su apoyo. Era más fácil conseguir instrumentos para sus decisiones si funcionaban como un órgano institucional. Sus objetivos eran principalmente cambiar las injusticias dentro de la escuela, ya que otro motivo importante de esta gran diferencia era la relación alumno-profesor, porque antes no se enseñaba de la misma forma que ahora, y las escuelas eran muy autoritarias, donde no importaba la palabra del alumno, y lo único que se tomaba en cuenta eran las decisiones de los profesores. Con el transcurso del tiempo esto se fue perdiendo y ahora esta relación no es tan arbitraria como lo era entonces. En su mayoría los estudiantes tienen una buena relación con sus profesores y la escuela además de ser una institución de educación se convirtió en un medio de contención, donde es mejor que el pibe esté en el colegio en vez de estar en la calle. Esta relación marca mucho para construir un nuevo proyecto basado en el que aquella UES nos dejó.
Por el contrario la UES de 1973 se creó en medio de una opresión descontrolada, donde no había libre expresión, donde la muerte reinaba en la calle y el “no te metas” era la única forma de sobrevivir. Los estudiantes que la crearon lo hicieron porque estaban decididos a oponerse a ese gobierno, sabiendo las consecuencias que eso les traería. La crearon y lucharon por ella hasta el final, porque creyeron que era mejor dar sus vidas por una Patria mejor, por un mundo de iguales oportunidades para todos y eso fue lo que hicieron y se mancaron sus decisiones. Resistieron y pusieron el cuerpo cuando fue necesario.
Este otro ejemplo de la UES también es muy distinto, ya que nosotros no vivimos bajo una dictadura militar, no vivimos soportando todos los días aquellas formas de maltrato ilimitado. Nos resulta algo muy lejano pensar que algunos compañeros estudiantes dieron sus vidas para lograr un cambio. Nosotros que vivimos en democracia, con libre expresión y hacemos lo que está a nuestro alcance cuando queremos, nosotros que no tenemos que pedir permiso, que opinamos, hablamos, discutimos, nos quejamos, nos resulta poco creíble pensar que en un tiempo la Argentina se convirtió en una casa oscura donde solo existía una palabra y mejor era no contradecirla porque el que lo hacía, sufría un tormento horripilante y desastroso.
Por eso para nosotros que somos la nueva generación, que como dicen, somos “el futuro”, que nacimos en un tiempo donde el “no te metas”, el “algo habrán hecho” y el “sálvese quien pueda” marcó nuestra personalidad, se nos hace difícil empezar a organizarnos. Nosotros que vivimos el neoliberalismo al extremo, y que crecimos con la idea de conformarnos y que con lo que tenemos es suficiente. Para nosotros no es fácil empezar un proyecto de cambio, por eso hoy estamos acá.
Estamos para darle un rumbo a esta nueva creación de la UES, estamos acá porque de una forma u otra queremos cambiar, aunque sea algo, y estamos acá para que todos juntos logremos nuestros proyectos, porque cuantos más seamos los que luchamos por la conquista de un derecho, más rápido lo conquistaremos. Porque aquellos estudiantes creadores de la UES no son tan distintos como lo creemos, eran pibes como nosotros, aunque en distintos procesos históricos. Tenían las mismas inquietudes, aspiraciones, dudas, incógnitas, miedos que tenemos nosotros ahora.
Por eso, por nosotros, por nuestros compañeros, por nuestro futuro, por la Patria que vendrá y por nuestros hijos, creemos que levantar estas banderas es reivindicar la lucha de los estudiantes que han sabido luchar y estar a la altura de las circunstancias. Y brindándoles un justo homenaje nos comprometemos cada uno de nosotros a luchar por los derechos de todos y a sentir en carne propia la cicatriz ajena, luchando todos unidos por una mejor Educación, para que el día de mañana nuestros hijos, nuestros nietos, la puedan aprovechar. Una buena Educación donde cada docente ponga todos sus conocimientos para enseñar a un joven sin que su sueldo sea algo primario, donde los pibes consideren la escuela como su segunda casa, donde se sientan comprendidos en un lugar donde la exclusión no exista y donde la igualdad se viva cada día.
Que la vida de aquellos estudiantes que soñaron con un mundo mejor, no haya sido en vano. Porque nada es imposible, demostremos que somos capaces de forjar un país en serio, y empecemos, cada uno desde su lugar, a construirlo como estudiantes, como trabajadores, como hijos, como amigos, como madres o padres, como argentinos o como hermanos latinoamericanos, pero comencemos ya. Porque el tiempo sigue pasando y si no hacemos algo cuanto antes, el pasado volverá a azotar nuestra tierra y nuestras ilusiones volverán a destruirse. Por eso hoy más que nunca tenemos que ser fuertes.
Nos dejaron un legado y tenemos que continuarlo, sigamos con este proyecto y demos inicio a la UES del 2008.